Educación, aprendiendo a estudiar

Es sabido que a casi ningún niño le agrada estudiar. Ni a nosotros mismos cuando éramos pequeños nos gustaba tener que hacer odiosos deberes escolares al llegar a casa. No obstante hay que entender que estudiar enriquece la mente, la personalidad y nos prepara para el mundo en el que nos vamos a desenvolver.
La simple adquisición de algunos hábitos puede hacer que el niño se beneficie en gran medida y mejore su rendimiento escolar. Es por esto que hay que aprender a organizarse de la mejor manera y sacarle el mayor partido al tiempo de estudio.

El lugar de estudio es muy importante puesto que hay muchos elementos que pueden generar distracciones a la hora de que nuestro peque se siente a estudiar. Una de las cosas más importantes es quitar de la vista todo juego, videoconsola, televisión, y ordenador; sobre éste último habrá que aclarar que a menos que lo necesite para su tarea, hay que intentar moverle o sentar al niño en otro lado para que no se distraiga.

niños estudiando

El lugar también tiene que estar bien ventilado, nada de hacer los deberes escolares en un cubículo. La cantidad de luz natural con la que se cuente también es muy importante para evitar los dolores de cabeza causados por el esfuerzo de la vista. Tampoco es bueno poner música, y si se hace debe ser alguna música clásica a volúmenes bastante bajos.

Sobre la postura ideal para estudiar, será aquella en la que la espalda se encuentre recta y perpendicular a las piernas, que nunca debieran estar colgando de la silla, sino apoyadas en el suelo. El niño puede tener todos los elementos que desee sobre la mesa de estudio, siempre y cuando tengan que ver con lo que está realizando.