Inconvenientes de una posible privatización de los colegios

Uno de los mayores peligros que amenaza actualmente el sistema de educación en España es la posibilidad de una privatización de los colegios públicos que actualmente gestiona el Estado, a través del Ministerio de Cultura y Educación. Hay que tener en cuenta que no es una posibilidad demasiado lejana, sobre todo si tenemos en cuenta que ya se está comenzando en algunas autonomías este proceso dentro del ámbito de la sanidad y otras entidades públicas. De ahí que ya hayan padres que comienzan a alzar la voz para que sus hijos puedan disponer de colegios públicos con todas las garantías que hasta ahora había ofrecido el sistema de enseñanaza.

Esto no quiere decir que las escuelas privadas tuvieran una menor eficiencia que las de dominio público. El problema radica más bien en una privatización general, en la que la mayoría de colegios pasen a gestionarse por empresas privadas, con ánimo de lucro la mayoría de ellas. Es un hecho contrastado que otros países han instaurado este modelo de gestión y han visto como su nivel educativo ha descendido notablemente. Algo así sucedió en Suecia, que ya en los años noventa comenzó a privatizar la enseñanza a través de la privatización de colegios públicos. Años después ha experimentado como su nivel educativo en comparación con sus vecinos europeos ha descendido considerablemente.

El principal problema, sin duda, de estas entidades privadas, es que su prioridad no es la formación y progreso de los alumnos, sino más bien la rentabilidad, sacarle un rendimiento económico a este centro. De ahí que una excesiva presencia de centros concertados o privados podría poner en peligro a muchos de los alumnos dificultado su acceso a muchos recursos que en centros públicos podrían obtener, como son el uso de materiales didácticos, material informático, material de laboratorio, desdoblamiento de clases, etc.

De llevarse a cabo este proceso, es posible que los pequeños comiencen a segmentarse en función de las condiciones económicas de sus padres, según la categoría del colegio que se puedan permitir. Este es el mayor peligro, que la educación podría dejar de ser disponible por igual indiferentemente de los recursos de cada familia.